Reflexiones sobre la Practica

Los dos puntos seleccionados para hacer la reflexion solicitada, son los siguientes:(a) elementos básicos para la comunicación mediante una sesión de chat académico u otro software de comunicación; y (b) elementos clave para el diseño de un plan de acción tutorial, los cuales se exponene a continuacion:

Elementos básicos para la comunicación mediante una sesión de chat académico u otro software de comunicación.
Como ya ha sido bien destacado por Bosom Nieto y Fernández Recio (2009), es importante prestar la debida atención a los espacios de interacción en los EVEA, particularmente en la concepción socio-constructivista del aprendizaje. Ello supone una planificación cuidadosa por parte del tutor académico, a objeto de evitar improvisación y el eventual fracaso y frustración en este tipo de actividad. Existen varias herramientas tecnológicas que hacen posible el cumplimiento de este tipo de actividad de interacción social; una de ellas es el Chat. Ella permite compartir mensajes escritos, en forma sincrónica en Internet, entre dos o más personas. Para llevar a efecto una sesión de Chat exitosa, se requiere tomar en cuenta los elementos siguientes: (a) disponer de la herramienta, preferiblemente, desde la misma plataforma, como ocurre en el caso de la plataforma Moodle; (b) definir el propósito de la comunicación; (c) acordar un horario que sea apropiado al grupo, prestando atención a las diferencias horarias entre personas ubicadas en distintos puntos geográficos; y (d) organizar el subgrupos de 4 o 5 personas a objeto de facilitar la interacción. En general, las experiencias de sesiones de chat con grupos grandes no son exitosas.

Elementos clave para el diseño de un plan de acción tutorial
El plan de acción tutorial es la guía que utiliza el tutor para prever y guiar el desarrollo del proceso instruccional y considerar las acciones especificas de intervención a utilizar durante dicho proceso. En este sentido, es importante señalar que estas intervenciones, aun cuando deben ser planificadas, a veces surgen de manera espontanea como consecuencia de la dinámica misma del proceso de aprendizaje.
Como se ha señalado en el documento básico del modulo B, el plan de acción tutorial incluye los siguientes elementos principales: objetivos, contenidos, materiales y medios, actividades y evaluación, los cuales se describen brevemente a continuación:
Objetivos. Se refieren a la descripción de las competencias -genérica o especifica- que se aspira que el estudiante logre al final de la experiencia de aprendizaje. Pueden ser clasificados siguientes por diferentes maneras de distintas maneras, por ejemplo en conceptuales, procedimentales y actitudinales. Bloom (1964) los categoriza en: cognitivos, afectivos y psicomotor y, todavía, Gagne y Briggs (1974) los agrupa en: habilidades intelectuales, estrategias cognitivas, información verbal, habilidades motoras y actitudes.
Contenidos. Constituyen la información objeto de estudio y puede estar organizada en forma de modulo y/o unidades didácticas.
Materiales y medios. Son los recursos que permiten viabilizar los contenidos con el propósito de lograr los objetivos de aprendizaje propuestos. Pueden estar presentados en forma de textos, objetos de aprendizaje, videos, recursos web, herramientas que se necesitan para realizar las actividades
Actividades. Se trata de las acciones estratégicas que deben realizar los estudiantes, en forma individual o en grupos, a los largo del tiempo en que se desarrolla la unidad y/o modulo. Pueden estar agrupadas preferentemente en torno a proyectos, problemas o tareas específicas que deben realizar los estudiantes como un aspecto sustantivo del proceso de aprendizaje.
Evaluación. Puede ser definida como el proceso de obtener evidencias que permitan fundamentar un juicio de valor sobre el nivel de logro de los objetivos de aprendizaje. Puede ser realizada, previo al inicio (evaluación diagnostica) de las actividades académicas con el propósito de identificar las características cognitivas, afectivas y tecnológicas de entrada del estudiante y con base ello ajustar la instrucción, lo más posible, a las necesidades de los participantes. Durante el proceso instruccional (evaluación formativa), para conocer el nivel de progreso del estudiante, darle retroinformación e introducir los correctivos a que hubiere lugar; y al final del proceso (evaluación sumativa), para determinar los resultados finales del proceso de aprendizaje. Modernamente, se estila que además de la evaluación directa del profesor, también se pueda obtener una visión de la percepción que el propio estudiante tiene de su aprendizaje, juzgado por el mismo o por sus pares. Es lo que se denomina la autoevaluación y la coevaluacion. El plan de evaluación debe ser transparente para los estudiantes, de manera que no hayan sorpresas al final.